Les abro mi corazón, aunque crean que no es cierto.
Claro que esta medio muerto/ por tanta desilusión/
y si hubiera ocasión/ en que latiera otra vez/
les juro por santa Inés/San Cosme y Santa Anacleta/
que agarro una metralleta/ y vuelo en un dos por tres/
Amé muchos, por supuesto/ sin cobro ni peritaje/
ni réditos, ni peaje/ amores sin presupuesto/
por eso no hallo el pretexto/ de decir "pobre de mí"/
hasta el resuello les di/ y a cambio no obtuve nada/
¡ah, si, una que otra patada/ en el mismo cuculí/
hoy viejo serenamente/ sin pena, gloria o rencores/
hago con estos amores/ un atado contundente/
lo aparto prudentemente/ ajustando bien el nudo/
y en confesarles no dudo/ con infinita modestia/
¡¡como pude ser tan bestia/ para amar a tanto cojudo !!
(Serafina Quinteros)
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