Y una tarde toco mi alma...
sus dedos en el frío cristal
dibujaron una sonrisa ...
llego a mí .....,
ansiosa y necesitada ...
de una mano para no caer,
de palabras para consolar
y un hombro donde llorar ...
así fue, cada viaje ...
con un café , y su sonrisa
esperando coincidir
en las vías del tren,
las tardes de aquel otoño ..
y como es habitual en mí
herí, humille y aborrecí
todo cuanto le confíe ...
todo cuanto es ... cuanto soy
antes de la última parada ....
sin mediar palabra,
me abandono con su silencio ...
no le culpo , soy así
es difícil quererme ...
es difícil que Yo quiera ....
(Est. Atocha Madrid/ Oct.2011)
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